No tendría mayor importancia, pero en vísperas del terrible examen que se avecina -último año de la Escuela de Idiomas-, resulta una experiencia única para revivir aquella antigua sensación de tener el estómago encogido. Mola, como diría algún sobrino.
Por de pronto me he acercado a una tienda de pinturas para adquirir los dos colores inútiles que me hacían falta y al preguntar al experto "¿qué me recomiendas para hacer un fondo azul claro brillante y super bonito, o sea, no el típico cerúleo?" he recibido la sabia respuesta de "¿y yo qué sé?".
Que es lo que pienso decir, aunque en inglés, si la cosa se pone fea en el examen. Pero no nos precipitemos. ¿Alguna sugerencia?...
Por de pronto, si este domingo se equivocan los metereólogos, participaré en el concurso al aire libre de la ciudad junto con otros cuatrocientos -hay sitio para todos- y espero poder enviaros foto del resultado. Del cuadro, obviamente. Yo suelo quedar llena de polvo, pero no es noticia.
Por cierto, la foto es la del cuadrito que estaba intentando hacer de Bego de pequeña. Lo tengo parado hasta atreverme a fastidiarlo del todo o acabar. ¡Paciencia, Begoña!
Un saludo a todos desde este rinconcillo.
Un saludo a todos desde este rinconcillo.