jueves, 25 de diciembre de 2008

Cencellada de Navidad

Así de impresionante se ve el paisaje desde la ventana estos días de Navidad. La niebla se hiela y parece que el paisaje está nevado pero no, se trata de hielo. Muy bonito para ver desde casa, pero peligro en carretera.

Hace poco publicaba el periódico una foto de Pamplona tomada desde un monte cercano. Sólo se veía un lago de nubes blancas, como si estuviera en el Himalaya. No he querido seguir su ejemplo -con la edad la gripe me vuelve más prudente- pero trataré de captar algo de la belleza de este paisaje. Si se deja.


Aprovecho para felicitar calurosamente la Navidad a todo el que me lea o se tope con el blog. Nada mejor que escuchar este villancico argentino, con Mercedes Sosa, para prepararse a la fiesta de Reyes. Si tratamos de ofrecer a los demás nuestra alegría, a pesar de las crisis, saldremos recompensados con creces. Un saludo.


lunes, 15 de diciembre de 2008

La estrella "labiuda" de papel

Me pareció que ya era hora de que pusiera algo que hiciera referencia al título del blog. Después de leer que la técnica de papel de periódico y cola no es tanto papel maché como carta-pesto, o algo así decían en los foros, he decidido enseñaros cómo hice una estrella de labios grandes "labiuda" más o menos paso a paso. En la técnica "sea la que fuere" o, vamos a dejarlo así, en "papier-machú".

Forma parte de un conjunto de planetas con los que hice una decoración navideña que quizá os enseñe en otra entrada. La idea era que la estrella fuera blanca y reflejara la luz de neón oscuro, para que brillara en la oscuridad de la sala. Tuve que improvisar y cubrir la preciosa estrella al final con una capa de papel... ¡de folio! (una lástima), porque no reflejaba nada de nada. Al final quedó todo bastante bonito.

LA ESTRELLA LABIUDA...


Para que no pesara demasiado utilicé un molde redondo -una cesta- sabiamente protegida con papel de periódico sin encolar, para poder luego despegar el resultado. ¡Alla va! Con papel le hice los ojos, cejas nariz... lo pegué con cinta carrocera (la que usan los pintores) y me puse a darle capas de papel de periódico cortado a mano y bien impregnado de cola blanca. Se puede uno imaginar cómo tenía el taller de "limpio". Por decir taller.





La pegué con la misma cinta de papel a una cartulina previamente recortada con forma de las puntas de estrella y la cola y nuevamente comencé a pegar papeles. Para dar volumen se pueden poner trozos de plástico, bolas de papel de periódico, lo que se quiera. Siempre se puede abrir el cartón por detrás con un cutter y vaciar.
Así que más o menos la estrella ya quedó con este aspecto:
















Lo que sigue ya podéis imaginarlo. Capas y más capas. Sí, y más capas. Hasta que quedó como si fuera cartón duro.
Creo que al final, después de descartar el cubrirla con papel de seda blanco encolado -es con lo que acabo las figuras habitualmente-, opté por pintarla con acrílica de acabado super-mate. Quedó preciosa pero no reflejaba la luz de neón, así que opté por la drástica solución de recurrir al papel folio. Una pena, pero en el resultado final no se aprecia.

La colgué con hilo de sedal.
Hice una foto con luz y otra sólo con el neón negro. Para que disfrutéis. Chao.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Curiosidades en el barrio gótico de Barcelona

Se me olvidó escribir acerca del fin de semana que pasé en Barcelona. Después de trotar un día entero por el recinto de la Fira, pude ir con dos amigas a la catedral de la city. Como ya les había anunciado, de camino por el barrio gótico suele haber actuaciones curiosas y esto es parte de lo que nos encontramos.



No sé si cantaban en algún idioma desconocido: más bien parecía un mantra que se te metía entre los huesos, como bien podéis comprobar. Pena de cd, pero me temo que el vecindario me hubiera boicoteado la audición. Y tampoco es cuestión de fastidiar.



Nos topamos después con los que tocaban las sardanas, vestidos de rigurosa chaqueta. Pero las dos veces que nos asomamos a la plaza estaban en el descanso entre actuaciones, así que nos quedamos con las ganas de ver a la gente de la calle bailando.

Y por último añado esta imagen de unas señoras, sospecho que venidas del Este -lo digo por el instrumento-, que no abrieron la boca pero tocaban con un gusto que daba envidia.
El pelo blanco de la izquerda no es un abrigo de pieles sino la melena de una espectadora que trató de boicotearme la composición, sin conseguirlo esta única vez.
Comprendo que no es una visión muy ortodoxa de esta gran ciudad, pero como diría no-sé-quién: esto es lo que hay.
¡Un saludo!