sábado, 26 de noviembre de 2011

Otros mini-decorados en corcho blanco

Otro modo de decorar, sin tener que cargar o guardar después grandes pesos, es utilizar planchas gruesas de corcho blanco: se dibuja lo que uno prefiera y, con ayuda de una sierra eléctrica -ojo con los dedos y la base sobre la que se apoya-, se corta como si fuera mantequilla.
  Luego se le da color con pintura acrílica y se acabó. Lo que aparece en la foto son unos 'pescaitos', que dirían los andaluces, con un hueco en el centro porque allá irá insertada una pecera llena de gominolas. ¿Cómo va a sujetarse? Falta añadir a la pecera, con un poco de silicona aplicada con pistola, dos aletas que servirán de soporte.
  Así que, cada cual puede lanzarse: es cuestión de imaginación.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Pintar un decorado con acrílicos sobre madera y 3

Quizá pueda parecer una pérdida de tiempo repintar tantas veces las figuras. Realmente, si se hace un
primer boceto a lápiz y se pinta una capa de imprimación con pintura, el boceto se transparenta un poco. Entonces hago un dibujo definitivo con rotulador permanente. Puede entonces darse la segunda capa y hasta la tercera: el dibujo se verá lo suficiente como para comenzar a darles el color definitivo a las figuras. A mí personalmente me compensa volver a repasar con rotulador, añadiendo aquí y allá lo que se me vaya ocurriendo, corrigiendo o retocando incluso: la suerte de pintar con acrílico es que, si algo no ha quedado bien, puedes siempre pintar esa zona con blanco y empezar de nuevo.
Además, no se puede pintar de modo definitivo hasta que no pegas por detrás los listones horizontales que evitan que se combe la madera, y tras atornillar los listones verticales que sujetarán por detrás el tablero con unas escuadras. Prometo poner fotos de todo el proceso en breve.
Esta vez el fondo lo pinté al final. ¡Error!
Siempre es una tentación ponerse con las figuras primero, pero se tarda más...

Más o menos ha quedado así...

Sobre las pinturas:
  5º Con pinturas acrílicas y pinceles sintéticos -para que la figura quede "plana", como para cartel-, procedo a pintar en una y otra parte, improvisando mezclas y reservando por tiempo corto ( no más de dos días) alguna mezcla en vasos de plástico desechables tapando uno con otro. Los pinceles de cerda, si son buenos es una pena, pues literalmente se lijan y desaparecen en la madera. Si son malos, van dejando "pelos" y, al secarse la pintura, es imposible quitarlos sin rascar. Siempre que se deje de pintar hay que poner en remojo con agua los pinceles. Un bote cualquiera servirá, con abundante agua. Se aclaran con facilidad en el momento, pero como se sequen al aire habrá que darlos por perdidos: como si hubieras estado pintando con cola. También me gusta aplicar la pintura sin diluir. Entre otras cosas porque pinto en vertical y así evito que escurra hacia abajo.
  Hay pinturas que resultan poco "cubrientes", muy transparentes. Es mejor aplicarlas sobre color blanco. Son algún rojo, amarillo, naranja, verde... Si se hace el color por encargo lo harán sobre base blanca, cantidad mínima de un litro, así que vale la pena ahorrar y experimentar personalmente. Siempre puede retocarse. Las pinturas acrílicas en lata en tienda de pinturas resultan más económicas que las pequeñas o los tubos -yo estos sólo los utilizo para pintar cuadros en lienzo o madera-.
  Consejo tonto pero útil: antes de empezar a pintar hay que revolver muy bien el contenido de la lata de pintura, ya que tiende a separarse el líquido -resina- de  la pintura en sí. Si aparece demasiado líquida, hay que probar a revolverla a fondo con una cuchara vieja o lo que se tenga a mano.
  Es bueno cerrar las latas de pintura dando un golpe de gracia con un martillo de goma dura. Los hay que guardan las latas boca abajo para así asegurarse de que antes de pintar removerán la pintura. Consejos hay para todos los gustos, ya se ve.
  Acerca de qué pintura elegir: mate, satinada o brillante... Personalmente prefiero un resultado mate uniforme, entre otras cosas, porque si se ilumina con un foco o guirnaldas, el brillo impide distinguir el dibujo. ¡Con lo que te ha costado hacerlo! E incluso las fotografías con flash impiden que se vea tu obra de arte.
  La satinada tiene su encanto y puede mezclarse con la mate. La extra-mate consigue unos colores muy planos, muy saturados,  pero tiene el inconveniente de que, al manipular el tablón -para trasladarlo, para colocarlo, atornillarlo...- se quedan las marcas de los dedos y se ensucia con más facilidad. Cada cual ha de probar y decidir.

  Facilita mucho el trabajo utilizar cinta de carrocero, para reservar zonas y no perder tiempo arreglando líneas torcidas. Hay que pasar el dedo con empeño por encima, para asegurarse de que está bien pegada. Ojo también: si acabas de sacar el pincel del agua y pintas usando la cinta, lo más probable es que no te quede una línea impoluta, sino a churretones. Compensa secar el pincel y después aplicar pintura sin diluir (es untuosa).

6º Repaso final de las figuras con rotulador.
Más o menos éste es el proceso que sigo con tablones de 1,22 x 2,44 m.  La verdad es que, después de hacerlo durante 15 años, el proceso total me lleva cosa de una semana y media porque le dedico tiempo a ratos. Siempre acabas encontrando detalles que te simplifican, como pegar papel -collage-, forrar alguna zona con papel imitación ladrillo...
Si se decide utlizar tablones más pequeños y se tiene sierra eléctrica de pistola para madera, se pueden cortar siguiendo de cerca el dibujo previo. Entonces la sujeción resulta menos complicada, pero se tienen que colocar sobre un fondo en el que destaquen: una tela grande, papel de color...
Intentaré hacer un resumen del proceso en otra entrada, sin tanto comentario. Y pondré muestra de fotos del proceso, ok? Ha sido un placer.
Si alguien está interesado en un proyecto o tamaño concreto siempre puede hacer algún comentario en el blog. También en inglés, claro. If you need any further information or just any piece of advice about your special aims, do let me know: write a comment. I will be delighted to practise my English and to learn from everybody too!

martes, 15 de noviembre de 2011

Pintar un decorado con acrílicos sobre madera y 2

Seguimos, ahora con el tercer paso:

    3º elección del material de soporte. Todo depende del tiempo que se quiera que dure. De menos a más sería: papel, cartón pluma -en este caso apenas puede pintarse, pero sirve estupendo como fondo de collage pegado-, corcho blanco, contrachapado u okume... Yo he experimentado todo pero, como el trabajo de pintado me resulta poco más o menos igual, suelo optar por la madera. Cierto que entonces hay que esforzarse para que valga después la pena almacenarlo. Siempre puede repintarse. Hay que contar también con la dificultad del peso y cómo hacer para que se mantenga vertical sin necesidad de sujetarlo todo el rato  (es broma).
Este año estoy probando con un tablón de tablex y resulta más pesado, pero evito el dar capa de imprimación. Permite además crear un efecto transparente, como si se tratara de una acuarela o de un óleo aguarrasado.
 
    4º Pinturas acrílicas, pinceles, rodillo, pistola de atomización...
    Si se trata de contrachapado de madera suelo hacer un bosquejo a lápiz previo, sin esmerarse demasiado pero para "colocar" las figuras. A continuación hay que imprimar el tablero: darle una o dos capas de pintura acrílica como base para poder pintar sin tener la sensación de hacerlo sobre lija (lo notan sobre todo los pinceles). Si se dan dos capas de blanco a continuación intento dar una última del color de fondo definitivo -crema, azul claro para la nieve- y dibujo con rotulador negro grueso e indeleble (¡toma adjetivos!) las figuras.
     Si el tablero no es muy grande, la imprimación puede hacerse con rodillo, teniendo la precaución de dejarlo en agua mientras se secan las capas y de escurrirlo antes de pintar la siguiente. Para tamaños enormes viene bien la pistola de atomización de pintura. Lo que es pintar, es una gozada. El trabajo es tapar todo lo que no quieres que se pinte -la casa, los muebles, tu pelo...-, hay que usar mascarilla, desmontar las piezas para lavarlas cuidadosísimamente, en fin, vale la pena el resultado, pues queda espectacularmente suave y uniforme.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Pintar un decorado con acrílicos sobre madera y 1

      Hace tiempo que no escribo nada acerca de uno de mis hobbies preferido: pintar. En estos momentos -no literamente, claro- estoy dando los últimos retoques a un tablón que servirá para dar un toque navideño al comedor de una residencia. Por eso las proporciones son más grandes que las que usaría en un domicilio particular.
    Por supuesto para mí la decoración por excelencia para la navidad es un Nacimiento o belén, presidiendo desde el sitio de honor de la casa , donde se hace más entrañable la vida de familia: la sala de estar, el salón... Y todavía se está a tiempo de pintar uno:  hay tantos materiales como presupuestos...
     Para decorar una habitación de proporciones grandes -tipo comedor de una residencia, sala, incluso salón de actos para un festival- resulta divertido renovarse cada año reflejando alguna escena que tenga que ver con la actualidad pero encarnada en distintos personajes: los Reyes Magos, ángeles, coros de villancicos, Santa Claus, los muñecos de nieve, renos, camellos...
     Como en varias ocasiones me han preguntado acerca de mi "técnica", he pensado compartirla este año en el blog, aunque supongo que, para quien pinte habitualmente, no tendrá nada de super-especial. ¡Vamos allá! El proceso que sigo es el siguiente:

   1º pienso la idea, el tema. Claro, es navidad. Pero siempre ha ocurrido algún acontecimiento al que se pueda echar chispa. No pienso en política, claro.  En caso de falta de ideas se puede recurrir a algo tipo: tren con papa-noeles y renos vendiendo el trineo; gimnasio de papa-noeles para ponerse en forma antes del día de navidad, etc. En caso de falta de ideas absoluta, hay que relajarse -cantar villancicos- y echar una ojeada a Internet. Siempre se encuentra algo inspirador.

   2º enseguida hago un boceto rápido de la idea a boli, en un cuaderno pequeño. No sé, me resulta más fácil que pintar en folio. Allí determino la forma del decorado, si va a ser en diferentes alturas, tipo pirámide, o más bien un tablón horizontal a modo de comic gigante. Y de paso veo más o menos cuántos personajes cabrán en cada "viñeta" o parte del tablón. Es más fácil pintar personajes grandes que pequeños. En general, cuanto más pequeñas son las figuras, más complicado resulta acabar en tiempo récord, que es lo que habitualmente tengo que hacer por evidente falta de... tiempo.