miércoles, 9 de abril de 2014

Les saveurs du Palais

Gronf, gronf!
Parece un pequeño orco pero no, es un ser encantador. Es que al ver la foto me he acordado de la segunda película del Hobbit.
Debo reconocer que soy tan fans de Tolkien que todo me gusta, no se me hace largo ni na.

Desde luego que, si veo a alguien con esta careta y menos luz, moriré de un susto terrible.

Aparte de esta bobada, acabo de ver -so capa de estudiar francés- la película "Les saveurs du Palais", con Catherine Frot. Estoy empezando a admirarla. Sobre todo por su papel aquí y  en "Bowling".

Ser la cocinera particular del presidente de la República francesa es más que una aventura tipo masterchef. Ya se ve que todo el mundo siente la nostalgia de una comida sugerente, que entrañe recuerdos. Que llene de alegría.

A una buena o un buen cocinero le hace falta, como contrapartida, una buena o buen comensal. Que sepa apreciar. En fin, casi me pareció oler las magníficas trufas sobre la tostada...

Sólo que... está en francés, claro. Una buena ocasión para practicarlo, n'est pas?

martes, 1 de abril de 2014

Pensando en el examen de francés

Plaza del Castillo, la nuit
Dicen que si no te gusta el tiempo de Pamplona, espera diez minutos.
Ciertamente es de lo más cambiante a lo largo de la jornada. Aunque para mí existen unas reglas invariables: si llevo botas de agua y paraguas, jamás lloverá.
Si, por el contrario, voy desprotegida para el agua, caerá una tromba de muy señor mío.
No me consoló ver que hay otras personas que se pasan de previsoras, como la de la foto, con dos paraguas. Tentada estuve de pedírselo, por solidaridad. Pero no están los tiempos para ir perdiendo paraguas ni dinero.

Ah sí, todo esto venía a que atravieso la plaza del Castillo cuando salgo de clase de francés. Llevamos unas semanas en las que parece que hay que sobre-estimular a los alumnos para que se percaten de la inminente llegada de los exámenes finales en la Escuela de Idiomas. Vale, ya lo sabíamos. Ya estamos totalmente estresados. Queremos hacerlo bien. Pero a veces la dificultad no estriba simplemente en no dominar las técnicas o la gramática. Es que a veces los temas que te sugieren, con una sonrisa o sin ella, se las traen.
Paris, mon amour
Bonjour, l'examen oral. Te presentan dos hojas cada una con un tema para realizar una exposición de cuatro minutos. Tienes dos minutos para: respirar, ponerte las gafas -pérdida de tiempo, hay que venir con ellas puestas-, leer el primer tema en diagonal, que se te baje la melena por haberse puesto el pelo de punta, pasar a la siguiente hoja: las mismas operaciones, elegir y tratar de hacer un esquema mental: ordenado con estructura, ideas, conclusión final, de escribir alguna nota y...  Candidato, el examen empieza en ¡¡3, 2, 1...!!
Aprendes a hablar del ecoturismo, la sostenibilidad, los viajes, la educación... Y a no perder la capacidad de sorpresa: ¿sabes lo que le preguntaron a uno el año pasado? ¡zas!  Y si no sabes nada de los deportes de riesgo o de quién cuida a los cuidadores -los 2 minutos se transforman en segundos- pues la has palmado. Así de simple. A no ser que uno aprenda de memoria alguna estructura que sirva de tabla de salvación para cualquier tema, así como posibles referencias a temas más conocidos. Algo así como un: "si, qué tema tan interesante y apropiado para reflexionar hoy, esto  me recuerda a lo que solía decir mi abuela acerca de"...
Creo que, como no está publicado, lo mismo escribo un mini-manual para "angustiados por el examen".  Por supuesto, "avec corrigés". Au revoir!