La fiesta del Beaujolais Nouveau

Este es el bonito cartel que anuncia el comienzo de la comercialización del vino joven del año en Francia, lo que constituye una verdadera fiesta a la que se unen en muchos otros países del mundo. A la misma hora que en Francia, aunque con el desfase horario suponga trasnochar o madrugar más. Un día es un día.

Suena como a las presidenciales americanas: hoy, tercer jueves de noviembre, a las 12 de la noche su "llegada" será recibida con una fiesta grande o pequeña en la que se comienza con el famoso anuncio: Le Beaujolais nouveau est arrivé!

Se trata del primer vino del año,  producido en la región de Beaujolais. Tuve ocasión de probarlo el año pasado y me gustó, aunque realmente no sea más que un vino joven. Hay detrás una operación de marketing muy inteligente y, al fin y al cabo, siempre es mejor encontrar oportunidades de celebrar algo que de pelearse, ¿no?  También tienen en Beaujolais otros caldos más elaborados...

La gracia es desgustarlo a las 12, pero cualquier momento es bueno. Además he leído que hubo un tiempo muy soleado y la cosecha de la uva Gamay noir fue estupenda. Bon appetit!

Rudolph the red nose reindeer

De lejos puede parecer un Rudolph cualquiera de nariz algo descolorida,  pero no: se trata de un ciervo investigando el olor de un pepino de color amarillo.

Nunca es tarde... si la dicha es buena

Ya se ve que el hombre propone y Dios dispone... Mi ausencia bloguera  no ha sido tanto por haberme eclipsado o por falta de ganas de escribir. Más bien  falta de tiempo y un trabajo abundante, lo cual hoy por hoy es una bendición. En fin. Quería compartir la foto que pienso pintar una vez que acabe con los cuatro retratos que siguen sin acabar en el apartado de pendientes.

Se trata de un rincón muy popular del Puerto Viejo de Algorta, en Guecho.
La verdad es que vi hace unos meses, en una pequeña exposición de la sala de cultura, un cuadro al óleo de este lugar y me encantó. En cuanto pude me acerqué a fotografiarlo.

Cierto que el cielo estaba nublado, pero es casi lo más habitual en estos días del año.

Sobra la papelera, claro.