La despensa de Palacio Mmm...

Nada más adecuado para matar el gusanillo del hambre que recordar el placer de escudriñar el escaparate de esta magnífica pastelería de Sevilla.  El precio recuerda lo que el nombre indica, que es un placer cuasi palatino , pero vale la pena probar tanta delicatessen...

 

Como dicen algunos: una confitería artesana, de las de verdad.  Un placer en el estómago y un regalo para la vista... 

Castillo de Aracena desde el pueblo

Como curiosidad, este fruto del roble, que me pareció original para hacer incluso adornos de navidad, es el resultado del laborioso trabajo de las avispas por poner huevos en las yemas de los robles. Cuando lo supe saqué la foto y lo tiré bien lejos.

El caso es que encontré varios árboles adornados de estos frutos... Agallas de roble, le llaman.

Poner puertas al campo y además, bonitas

Pasear por los alrededores de Aracena, en Huelva, resulta espectacular. Más aún para quien es de la otra punta del país, casi literalmente dicho.

El campo tiene puertas y también vallas. Y menos mal, porque hay ganadería de reses bravas.

Me gustó esta puerta con los colores de Andalucía y me sorprendió encontrar a cada rato imágenes de la Virgen. En esta puerta adornada además con flores naturales y hasta una vela encendida...

Resulta espectacular el paisaje de la sierra, con sus impresionantes alcornoques, la luz, las sombras, los caballos -más curiosos que tímidos, aunque me dicen que esto de la curiosidad es propio de todos los caballos del mundo-, los toros, el romero de dos metros de altura, la jara y su perfume...

Y, cómo no, el jolgorio con que te reciben los cerdos pata negra y cuerpo negro, aunque alguno sea de tonos más tierra que otra cosa. Sobre todo son ejemplares pequeños, pues se conoce que los que tienen un tamaño hermoso son trasladados al matadero... ley de vida. Ante un jamón de Jabugo se quitan todos los remilgos, qué quieren que les diga.


                                                                                                                                                                                 



Aquí les dejo, ampliado, el azulejo que corona esta especie de capillita que, en el fondo, es parte de una de tantas puertas puestas a este bellísimo campo andaluz.

Oink Oink

La lluvia en Sevilla

"La lluvia en Sevilla es una pura maravilla". Esto hay que leerlo cantando, claro. 

Tal que así de mojada estaba yo aquella vez de visita en Sevilla. Y, por solidaridad, hice la foto a la flor. 

Cierto es que resulta un paisaje urbano muy interesante con sus reflejos y su luz. Pero también es verdad es que el sol transforma la ciudad de modo increíble.

Bonito, n'est pas? Y yo sin vigilar al tranvía. Así pasa lo que pasa...

La ecología viene de lejos

Me llamaron la atención -como cientos de otros detalles- estos azulejos en una calle de Sevilla. Al encontrarla ahora me doy cuenta de la fecha del mensaje: 1894, si la vista no me falla.

Resulta bonito el mensaje a la entrada de un colegio y, a la vez, estremecedor: si el premio no basta para animar a preservar a los pajarillos, que quede claro: la ley lo prohíbe. Así que ojito.

Baile Munguía Olentzero... con mucho retraso

Reconozco que publicar en mayo algo que sucedió en diciembre es mucho tardar... Pero el caso es que me hizo gracia este baile en el que, sin querer, una bailarina pierde el pañuelo de la cabeza y elegantemente lo recoge; se lo pasa a otra y ésta, a su vez, lo saca con gran pericia y decisión fuera del escenario callejero...

Calidad de móvil, que se le va a hacer, pero lo bonito es la "pequeña historia" que quizá pasó desapercibida. Menos a los protagonistas, claro

Calentando antes del baile...

Path

 En Path, comprobando que en Escocia los edificios en memoria de alguien tienen siempre la forma de una torre.

  Curiosidades que encontré en alguna de las tiendas: caramelos que recuerdan a Harry Potter, mmm...
y dos encantadores pigs de hocico alargado. Le encantarían a alguien que yo me sé.

Pero bueno, después de la emoción de ponerme a recordar el inglés y de redescubrir tantas fotos de mi viaje a Escocia, creo que mejor volveré al presente para hacer entradas más actuales.
Pero digo yo que han valido la pena, aren't they?

House for an art lover

Junto al Bellahouston Park en Glasgow está Pollok House. La escultura del pie está en sus jardines. Y es típico hacerse una foto junto a ella. Pero deja, deja, a ver si con lo gafe que soy se me cae encima la pieza vertical...

En fin, lo que sí toqué, con más cara que vergüenza, fue el piano de cola blanco que está en uno de los salones de la casa Ahora se utiliza para dar banquetes y pude visitarlo antes de que llegaran los novios, que lo tenían reservado.

Así doy testimonio de lo mal que toco el piano. Sobre todo cuando alguien se pone a filmarme... Ah, sale un Teddy bear que aparecía por todas las esquinas por aquello de que alguien estaba escribiendo un cuaderno de viajes del tal peluche para los niños a quienes daba clase en un colegio.