martes, 29 de enero de 2013

El huracán costero que no fue...


Estábamos poco menos que aterrados con el anuncio de un huracán que iba a provocar olas de cinco metros de altura con una frecuencia de cada 17 segundos... Se decía que el paseo que daba a la playa iba a cerrarse al tráfico por precaución y se desaconsejaba la práctica del surf a no ser que se fuera un surfista de excepcional experiencia...  Así que, antes de recoger la prensa por la mañana, saqué un par de fotos de lo que parecían los prolegómenos del oleaje.
Por la tarde, cuando más resaca había, divisé las cabezas de una veintena de arriesgados surfistas. Nunca les llegué a ver encima de una ola, pero no descarto que lo consiguieran. Todo quedó en un mar revuelto con fuerte resaca y sonido espectacular. Eso sí, la playa se llenó de ramas, troncos y curiosos que emulaban a los turistas del Paseo Nuevo en San Sebastián. Supongo que allí y en otras zonas del país vasco el fenómeno habrá hecho más estragos, lo que es aquí no lo parece.  Al menos creó cierto aliciente entre el respetable, que aprovechando el solecito invernal, abarrotó los parquecitos y terrazas. Otra vez será.

Por la tarde, con la arena llena de troncos.

viernes, 18 de enero de 2013

Paseando por Algorta...


  Me sorprende encontrarme con visitas al blog, tan irresponsablemente me hago cargo de tenerlo al día. Y es que las obligaciones van siempre por delante de las actividades de ocio, que eso es para mí escribir aquí.
 No obstante, quería compartir algunas imágenes con las que me he topado en el último paseo por las calles de Algorta.
 Dentro del jardín de unos edificios de viviendas estaba un bonito crucero del que tomé una foto rápida.
  Y unos metros más allá descubrí este arco del que pensé que muy propiamente se le podría llamar de medio punto. ¿O no?

lunes, 7 de enero de 2013

¿Despilfarros?

Ayer sali muy sorprendida de una farmacia. Iba a la búsqueda de un champú en seco para una persona enferma y, al comentar que me parecía un poco caro, me dieron la razón. Pero en tono confidencial añadieron que algunos clientes lo usan para sus mascotas.

Salí de allí con el champú, ¡hasta allí podríamos llegar! Pero en estos tiempos de crisis parece increíble que, si no hay una necesidad imperiosa, se despilfarre de esta manera. Y conste que no tengo nada contra los canes.

sábado, 5 de enero de 2013

Todos somos reyes magos

Me estaba acordando del precioso cuento de O. Henry... Hoy me ha dado una lección de generosidad un joven matrimonio que me comentaba, con sencilla naturalidad, que este año no tendrían reyes ni amigo invisible, porque el dinero que hubieran destinado a ese fin lo habían donado al banco de alimentos. Y estaban felices y satisfechos.
Estamos rodeados de gente terriblemente buena, que nos recuerda la alegría del dar sin esperar nada a cambio.

Pido a los Reyes Magos que me traigan, aunque sólo sea un poquito de esa virtud, que puede pasar inadvertida, pero recompensa con tantas alegrías.

jueves, 3 de enero de 2013

Recuerda, recuerda

Parece la célebre película de Hitchcock, pero no, se trata más bien del tema de los post-it gigantes que un ayuntamiento (imagino que ha sido él) ha ido colocando por todos los parques, en edición bilingüe. Por fin topé con uno inteligible para mí. No se trataba de una campaña publicitaria del tipo 'no sé qué anuncian para al final ¡ah era eso!'. En su simplicidad rezaba: "recuerda que la caca de tu perro no es abono".
He tenido perro, pero hace muchos años. De todas formas ya se ve que no acaba uno de aprender. Menos mal que hay carteles.

Y me digo, cierto que el pisar un excremento por la calle, al bajar del coche o al cruzar un trozo de "pradera" causa una sensación bien poco gratificante.
Pero me pregunto en mi ignorancia, y disculpen la naturaleza del tema, por qué la caca de caballo o de vaca sirve para abonar y no así la del perro. Y que conste que me disgusta comenzar el año un tema tan banal.
Un cartel que encontré en las farolas de Glasgow hace años, llamando de forma más convincente a la positiva acción cívica de recoger tales desechos, sin limitarse a recordatorios, decía más o menos:
Your dog did it? Bag it! Bin it!  O sea, simplemente utiliza una bolsa si tu can hizo sus necesidades y échalo a la basura. En qué color de contenedor, ya no sabría precisar.