¿Cuac? |
Es el caso de un comercio en Bilbao, no precisamente de zapatos.
El célebre adoquinado de la city queda inmortalizado en el reflejo del cristal...
Un modo simpático de reciclar el calzado o de aprovechar aquel zapato disparejo que nadie sabe de dónde ha salido ni de quién es su propietario. Un poquito de papel encolado, zis zas, imprimación... y allá queda el asunto inmortalizado para una segunda vida, aunque no sea tan larga como la de otras obras de arte.
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