Este año no podré participar en el concurso al aire libre. Por una parte es una pena, no porque piense en la calidad de mis super pinturas -y por tanto en la posibilidad de que me seleccionen-, sino por lo bien que lo iba a pasar pintando todo el día en el parque con gente conocida y desconocida. Ya se estaba haciendo costumbre. Por otra, I can't complain... Y es porque ese día estaré -espero- de vacaciones cerca de Manchester, lo cual está ¡absolutamente genial!. Cuando compré las katiuskas, que todo el mundo aconseja, la dependienta las sacó del trastero con cara de sufrimiento a modo de solidaridad mientras decía: "¿así que son para las vacaciones?".
Hoy coloco la foto del perfil de la modelo, que pacientemente aguantaba quieta como una esfinge para que quienes pintamos hagamos lo que salga. El pintor-profe me dijo que lo dejara como está -¡pero si no le he hecho el pelo, pero si...-, que "está bonito", que no lo toque. Y cuando lo decía,
como que le daba la risa. La modelo dice que
desde luego he logrado su nariz. Reconozco que no se pintar ojos ni pendientes. Todo llegará. Así que en el otro día el profe me animó a dibujarla de frente a carboncillo, para que "viera lo que vale un duro" -considera que es más difícil que el perfil, parece- e incluso llegué a hacer foto en mi audacia al resultado. Sólo que fue con el móvil y después de tres intentos de enviar la imagen a algo susceptible de ser introducido en el ordenador, he desistido. La colgaré más adelante en un antes-después (como los anuncios para adelgazar) cuando le de algo de color, parece ser que este jueves. Eso me recuerda que tengo la paleta -oh pereza- sin limpiar y voy a tener que usar una rasqueta...
El único problema pintando de frente es que a la modelo le da una risa loca ver las caras que pones cuando la miras fijamente, intentando parecer profesional que mide proporciones o similar. Para que no ría a mandíbula batiente, perdiendo el sutil efecto de alma soñadora o adormilada, surte efecto recordarle el que ha de pensar que enseguida llegan los examenes finales. Le dura un rato. Ya veremos en qué acaba todo esto. Por de pronto creo que voy a acabar con tres retratos de Adriana, el de perfil, el de carboncillo -que me dice el profe que está muy bonito el dibujo y que lo deje así, ahora parece que no se ríe tanto- y el tercer intento, que será dentro de unos días. De todo ello daré parte para entretenimiento de seguidores del blog.
Intentaré pintarle la cara con colores rosas, si es que para entonces no ha recuperado su antiguo maquillaje anaranjado. That's my life!
El único problema pintando de frente es que a la modelo le da una risa loca ver las caras que pones cuando la miras fijamente, intentando parecer profesional que mide proporciones o similar. Para que no ría a mandíbula batiente, perdiendo el sutil efecto de alma soñadora o adormilada, surte efecto recordarle el que ha de pensar que enseguida llegan los examenes finales. Le dura un rato. Ya veremos en qué acaba todo esto. Por de pronto creo que voy a acabar con tres retratos de Adriana, el de perfil, el de carboncillo -que me dice el profe que está muy bonito el dibujo y que lo deje así, ahora parece que no se ríe tanto- y el tercer intento, que será dentro de unos días. De todo ello daré parte para entretenimiento de seguidores del blog.
Intentaré pintarle la cara con colores rosas, si es que para entonces no ha recuperado su antiguo maquillaje anaranjado. That's my life!
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