Aunque, como bien decía aquel comentarista de fútbol desde Suráfrica, mientras observaba a Ronaldo a punto de lanzar un penalty: "cierto canguelo... ¡sí que da!".
No parece transgénico, pero puede admitirse que tiene carácter. Se trata del primer árbol que veo comerse las señales de tráfico. Y sin multa que le inquiete...
Cierto que lo hace muy lentamente, y que está plantado frente a un asador muy conocido de Cizur, detalle que podría explicar su intento de saciar el hambre con algo de mayor enjundia... Tanto olorcillo a corderillo asado y chorizo a la sidra, debe de revolverle la savia en el tronco y ¡algo que tenía que provocar!
Me di cuenta por casualidad y saqué ese primer plano de la proeza ecológica.
La señal prohibía tocar el claxon. Ni la más remota idea del tiempo que llevará clavada en el tronco. Pero ¿no os recuerda a un Ent del Señor de los Anillos?. Por si me confundía con un orco enano, procuré no acercarme demasiado, para no poner en riesgo la vida.
Calculo que en un par de años se la habrá tragado entera. Otra cosa será la digestión.
miércoles, 30 de junio de 2010
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