martes, 6 de julio de 2010

Y ¡qué hago yo sin gps...!

Siempre acabo con la impresión de que, carecer de tecnología punta, es una apuesta segura a complicarnos la vida. Pero no a ser menos feliz: Ya se sabe que, en cuanto compras el trasto maravilloso, a renglón seguido aparece la nueva versión mejorada. Y se nos pone una cara de primo...
Al menos utilizar el GPS en otro idioma, como este señor del chiste, puede servir para practicar una perfecta entonación, e incluso el hacerlo con un nivel de educación no desdeñable.
No hay que olvidar el eterno mensaje de las escuelas de idiomas: practica como quieras, ¡pero practica!
Sólo ese: "al final gire" del chiste, puede hacernos sonreir. Como que no le queda otra si el jardín es circular. Resulta evidente hasta en tombuctunés, pero claro, siempre te descomplica algo.

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