
Al menos utilizar el GPS en otro idioma, como este señor del chiste, puede servir para practicar una perfecta entonación, e incluso el hacerlo con un nivel de educación no desdeñable.
No hay que olvidar el eterno mensaje de las escuelas de idiomas: practica como quieras, ¡pero practica!
Sólo ese: "al final gire" del chiste, puede hacernos sonreir. Como que no le queda otra si el jardín es circular. Resulta evidente hasta en tombuctunés, pero claro, siempre te descomplica algo.
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