De visita por el Guggen

Parece estar leyendo la bola del adivino...

Se supone que el museo ya está más visto que el tebeo, pero al menos dejo constancia así de mi visita a la exposición de David Hockney...

Me pareció un pintor excepcional, coincido -aunque en otra escala, claro- con su elección colorista de paisajes y disfruté enormemente con los vídeos en los que aparece comentando sus diferentes técnicas: con ipad, nueve cámaras filmando la misma escena, etc.

En una excursión al monte Gorbea, tras deambular en coche por un camino de vaya usted a saber si tractor o carromato, descubrí varios montones de árboles talados y apilados, como si fueran un homenaje al pintor.

Claro está que no se permitía hacer fotografías en las exposiciones no permanentes del museo, y la encargada de cada sala se acercaba a los mal disimulados reporteros para recordárselo. Eso sí, anotaba algo después en su libreta y me quedé con la duda de si la lista negra le servía para incrementar sus honorarios. Algo así como "tantos turistas recriminados, a 0,50€, tanto".

Otro día más.