Tuvimos la suerte de conocer cada piedra y rincón interesante de Besalú , aunque quizá a velocidad mayor de la deseada, gracias a la amable atención de una guía excelente, amiga de una amiga y, a la sazón, catedrático de Historia.
Recorrimos sus calles descubriendo el encanto de cada rincón, nos imaginamos -en lo que fue barrio judío- sus huertas, la escuela, las casas...
Visitamos la Curia, la plaza de la iglesia de Sant Pere y todos los edificios colindantes.
Adivinando casi la luna lunera... |
Plazas de edificios multicolores y flores, muchas flores...
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