jueves, 2 de mayo de 2019

Sesión de belleza de Puppy


Me pareció una imagen ciertamente insólita de lo que, un pastor de Arocena, llamaba "el perriyo del museo de Bilbao".


No para los bilbaínos, que ya están acostumbrados a esas dos sesiones al año en las que se pone a punto  a Puppy, el "guardián" del Museo Guggenheim.

Aprovechando el tiempo "muerto" antes de una cita, me acerqué a la ría para tratar de hacer alguna foto de reflejos...





La araña estaba muy solicitada por todo tipo de turistas. Parece que custodia la zona trasera. Pero no inspira ningún terror a los que pasean.

Hasta que un día se ponga a andar y entonces ya veremos.

Y en lo que parecían ventanas me encontré con el cielo y la universidad de Deusto, posando tranquilamente desde el otro lado del cauce.

En esta escultura se inmortaliza el paisaje más de una docena de veces. No las conté.
No defrauda... Bonitas formas y colores...

Hasta otro día... El trabajador de la derecha -oculto entre las flores- saludaba para salir en la foto. No me dí cuenta y volvió al trabajo..

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