La prensa parece que se empeña en darnos razones para vivir más angustiados que de ordinario: la crisis, las subidas de precios, los conflictos, los cayucos... Qué duda cabe, son un motivo para reaccionar con más responsabilidad en lo que a cada uno alcanza.
Leía ayer que el 80% de los cubanos gana al mes lo equivalente a 15 euros. Supongo que será lo que ganan estos músicos inmortalizados por la cámara de mi hermana en un descanso de la serenata...
Y me prometo -con verguenza- utilizar más los pies como medio de transporte. Es lo menos contaminante que conozco y quizá lo más solidario con el planeta. Me prometo también tratar de no dejar de estar alegre aunque me duelan los juanetes de tanto andar.
Y compartir tantas cosas bonitas: una sonrisa, una palabra de consuelo, un chiste. Aprender a escuchar... Ya ha pasado casi una quincena del 2009, y llegarán volando las siguientes hasta agotar el año. Pero me prometo, por narices, encarar todas con optimismo. ¿El secreto? Re-comenzar cada día del año a mirar más allá de los límites caducos de mi esqueleto.
miércoles, 14 de enero de 2009
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