Bueno, la pintura que estoy haciendo es del natural, aunque al final saqué una foto por aquello de que nada hay imperecedero. De hecho, tras la segunda sesión, la profe repartió las manzanas a quien quiso y puedo asegurar que ya no queda rastro de ellas.
Misterios del destino, eran manzanas golden, tan amarillas como membrillos. pero nos salen verdes gold smith por caprichos de la saturación de colores en la cámara de fotos.
En un principio iba a ser un cesto de naranjas (y astutamente me hice con óleos de tales colores) pero el encargado de la compra no las encontraba en ninguna frutería y se trajo lo que le pareció: nada menos que una docena de manzanas. Demasiadas tal vez. Menos mal que no encontró sandías. Pero en fin, la composición quedó majilla. Otra cosa es que cada vez que alguien pasaba cerca del conjunto, variaban todos los pliegues así que era como para volverse loco.
He de advertir que la tela del fondo la he pintado azul ultramarino y las manzanas algo verdeamarillentas. Parecían membrillos primero y después un híbrido entre limón y otras frutas tropicales. Aún está por rematar -como todo lo que empiezo- pero las acabaré mañana, así que cuando pueda cuelgo foto del resultado. La profe dice que soy expresionista. No sé, ya podréis ver el resultado. Ah, y comienzo a pintar ya botellas. En lienzo, claro. Un saludo.
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