Esta perla me la transmitió un familiar hablando de su hija pequeña. Un día se le acerca ésta con cara bondadosa y le pregunta: "Papá, ¿a que donde hay amor verdadero no cabe un no por respuesta?". "Mmm... Claro, hija". Y la nena, se gira entonces rápidamente hacia su hermana mayor gritándole: "¿Lo ves? ¡A JUGAAAR!".
Como era de esperar, la interpelada decidió no unirse al juego. Esto del amor verdadero ya se ve que tiene muchos matices.
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