lunes, 27 de julio de 2009

Dos bobadicas desde Londres


Un detalle que me impresionó: la "draga" -sí, esa embarcación que se usa para excavar material debajo del nivel del agua y elevarlo hasta la superficie, para así limpiar el fondo del río- pues con gran humildad afirmaba en su pancarta: "yo como basura". Cosa que hacemos casi todos, pero sin admitirlo, quizá sin saberlo. Estaba en el Támesis funcionando a destajo hasta en días festivos.

La otra tontería, dos pianos que me encontré por la calle con un cartelón de "toca, soy tuyo", para que el viandante pudiera sentarse y aporrearlo a gusto. Porque había cola, porque no había ido a Londres a sentarme en un rincón a tocar el piano, porque no tenía tiempo, porque quienes me estaban enseñando la City en cuatro horas no iban a esperarme... Si no, les aseguro que me hubiera despachado con un par de cancioncillas.

Añado también una foto a contraluz del galeón del capitán Drake, de quien en mi ingenuidad afirmé, ante un grupo de British people, que se trataba de aquel famoso pirata. Claro que los ingleses no compartían mi punto de vista. Se ve que no leen las páginas web en español, pues allí siempre se ha hablado del temido
y malvado pirata Francis Drake, quien se dedicaba de modo profesional a saquear las costas y galeones españoles. Por muy "Sir" que le nombrara la reina inglesa. Que hasta ahí podíamos llegar, anda. Me reafirmo en ello después de haberlo comprobado, ya que lo dije de memorieta y me quedé con la duda, tan firmes se me pusieron.

Bueno, que no me quería meter con nadie en especial, pero sí viene bien advertir que, tal como dice el refrán: "beauty is in the eye of the beholder" -o sea, más o menos: 'la belleza depende de los ojos de la miren'-, pues también parece que la historia se recuerda o amaña según el ojo o la posición geográfica desde la que se mira. ¿O no?.

Como ha pasado tanto tiempo y la réplica del barco Golden Hind era "la mar de salado" -nunca mejor dicho-, pues allí queda la foto. Chau.

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