jueves, 4 de febrero de 2010

Sigue de bodegones

Pues de nuevo me enfrento a los famosos bodegones, para solaz de quien lo vea y esta vez le encuentro más encanto todavía, pues se hace el montaje, se dibuja y pinta hasta acabar el cuadro, en tres horas y media. Luego va casi otra hora limpiando pinceles, pero eso en casita.

Super apetecible, a brochazo limpio, a toda caña, aguarrasado...

Después ya llega el famoso punto del que no sé salir sin estropearlo y viene el resultado final tan malillo. Pero estamos para aprender, n'est pas?

Incluyo foto del bodegón con violín, que encontré medio destrozado entre unos disfraces de payaso y que causó conmoción entre los pintores. Como decía, antes de cubrirlo de pintura, pareció que iba a resultar interesante.
Tras las tres horas y media consabidas lo llevé medio camuflado al "secadero de cuadros", intentando que nadie me pidiera que lo enseñara.
El profe se había reido bastante de la pifia y eso que al principio le resultó correcto.

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