Por aquello de "esto es lo que va saliendo", coloco un par de fotos del último bodegón. A base de hacer las cosas mal acabaré aprendiendo.
Un día tendré que sentarme a recopilar todas las correcciones que me hace el super pintor Mikel Esparza.
Se supone que visto en la foto resulta más fácil de pintar, pues los objetos están planos. La gracia está en pintarlo con la luz cambiante y todas las historias: que si el color es frio... pues no hay casi forma de aclarar el carmín de alizarina sin transformarlo en rosita...
Otra cosa es lo de no pintar las hojas del perejil. Es ya otra historia. ¡Seguiremos!
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