La foto de este cartel me la enviaron los de la revista Reader's Digest y no tiene desperdicio.
Más o menos advierte de que los niñ@s que se dejen sin alguien que los cuide serán vendidos al circo.
Digo yo que si alguien echa en falta a un churumbel cuando lo dejó jugando al fútbol en el parque, pruebe a ver si aparece en la sesión vespertina circense de la city.
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