lunes, 5 de noviembre de 2012

Disfrutando del mar en Bakio

Tuve la oportunidad de unirme en vacaciones a un grupo de pintoras en sus escapadas por la costa vizcaína, acuarelas en ristre y con ánimo de inmortalizar lo que estuviera delante.
Para ser sincera, sólo aproveché una única oportunidad, ésta de Bakio: claramente tengo que dedicarle más tiempo a esta técnica. Aunque es maravillosamente rápida y efectista. "Tienes una pincelada muy suelta" me dijeron, animándome a seguirles otros días. Pero  me dediqué discretamente al descanso de otras maneras...

¿Quién echa en falta la tele?
 El caso es que llegamos aquí buscando surfistas y olas batiendo la costa. Y nos topamos con este personaje, iba a decir que en zapatillas, pero no: descalzo, que es el mejor modo de no resbalar cuando pisas las rocas en el mar. Al menos de esto sí tengo más experiencia.

Y mientras una trataba de reflejar el romper de las olas, yo me dediqué a transportar de alguna manera el paisaje de la costa con Gaztelugatxe al fondo. Si algún día encuentro el cuaderno y le saco foto, podrán apreciar qué era aquello de la pincelada "suelta". Ja!
Estuve sacando algunas fotos del agua rompiendo contra las rocas. Por aquello de intentar en alguna ocasión dibujarlo. Me temo que empezaré por agus más mansas.
La única vez que pinté una marina al óleo me comentó una hermana -experta tras ver pintar a mi padre marinas "de verdad" -: "qué bonito, pero... el agua está sin acabar". Y así se quedó, porque me gustaba. Si hubiera sabido entonces decirle que era porque me encanta la pincelada suelta, hubiera quedado genial. Aunque tampoco así la hubiera convencido. Seguiremos.

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