Me encanta esta iglesia, muy cerca de Olza, aparentemente solitaria... En el fondo no es así, pues la foto está tomada desde la carreterilla que pasa por un pueblo, muy cerca del río Arga. El causante de tanta inundación reciente en Villava.
Era mi primer paseo con unos zapatrancos de Decatlón, con suela de huella de oso, que aparentaban ser un sinónimo de comodidad. Tuve dos hermosas ampollas en el tobillo que pasaron a rozadura y a paseo de puntillas que aún recuerdo con espanto.
La casa de piedra tiene escudo. Y además tiene el encanto de los arbolillos inclinados por el viento. Además, por si alguien no lo ve, un ciudadano paseando y escorado ligeramente hacia delante, como para no contrastar demasiado con la vegetación.
Me recordaron los andares de alguien a quien quiero mucho, que sufría de terrible dolor de espalda en cuanto andaba 20 minutos...
martes, 18 de junio de 2013
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