jueves, 21 de abril de 2011

Excursión a Covadonga

 Tal como estaba anunciado, lució un día estupendo y el recorrido desde Cantabria se hizo hasta corto. Vi bajar por el Sella a varios remeros -piraguas no eran, desde luego- pero fue imposible captar la imagen entre tanta curva por la carretera.

A media tarde lucía así la Basílica de Covadonga. La santina estaba muy visitada, se nota que las vacaciones han empezado para todos. Y muchas, muchas familias con niños. Me acordé de mis parientes asturianos y no asturianos.
Una de las vistas detrás de la basílica era la de estas casas multicolores, a las que he fichado también para pintar algún cuadro impresionista a todo color. La foto no hace justicia a los colores, compruebo.  Lo que no he dicho es que de nuevo tengo traslado de taller, pero no sólo de ese "trastero" sino de mi misma, mientras se hagan obras en la casa.
Retomaré mis buenos propósitos de pintar en breve. Por ahora tengo que terminar el retrato de dos sobrinas, inacabado porque son mucho más guapas de lo que aparecen. Pero claro, esto es óleo, o sea, palabras mayores.
La gente que pinta me dice que soy "muy atrevida". No sé si eso significa que no sé nada o más bien que realmente mejor que me dedique a otra cosa. El caso es que lo que se pinta con cariño parece tan diferente...

Tampoco la luz hace justicia al cuadro y falta tanto... pero lo mismo que quedan guapas un día, al siguiente tienen la nariz aplastada y... así sucesivamente. Espero poder lograr un parecido más permanente. Mientras tanto me dedico a patear la provincia de Cantabria y seguir haciendo acopio de material inspirador. Un saludo desde aquí!

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