Al principio de la Avenida Basagoiti |
Alguna otra foto que se me había quedado en el tintero. Es increíblemente larga esta avenida de Basagoiti, que comienza muy cerca de la iglesia de San Ignacio.
El perrillo dormilón estaba en una de las casitas del puerto viejo. Ya se ve que más bien parece un peluche, pero no, dormir dormía estupendamente.
Un guardián demasiado tranquilo |
Me llamó la atención el cartel de no dar comida a los gatos. Según me explicaron, entre los gatos callejeros y de los puertos se ha puesto de moda acudir a puntos donde los viandantes les dan de comer y deben estar gruesos y orondos como tigres. Claramente había que tomar medidas al respecto. Porque lo mismo explotan los pobres animalillos como las plantas que se riegan demasiado.
¿Y a los patos? |
Ambiente festivo en la plaza |
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