lunes, 3 de diciembre de 2012

Zumaia, Guipúzcoa

Siempre que viajo a Zumaya me siento como en casa. No porque lo sea efectivamente, sino porque allí están parte de mis raices familiares.

Este verano disfruté de unos días maravillosos, también de galernas y hasta huelgas, que de todo hubo.

Estaba un día haciendo fotos desde el muelle, con medio cuerpo encima del agua y una señora, que me observaba desde el puente que aparece en la foto, me preguntó si había estado fotografiando a "la nutria". Estaba asombrada de que retratara simples botes,  carentes de toda magia e interés en su opinión. No sabe con qué poca cosa se encandilan  los visitantes.  "Si eso no tiene nada de particular", me dijo convencida...

También andaba yo convencida de que el artilugio blanco para amarrar los botes era un cañón invertido, pero me han asegurado que son sólo imaginaciones...

Otro día más, un saludo invernal ahora!






¿No es un cañón?


Qué bonitas las ondas en el agua...

Esta placita se encuentra al bajar de la iglesia de San Pedro

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