El día de San Nicolás tuve la suerte de asistir a la misa de celebración en mi antigua parroquia. Y digo suerte porque no había caido en la celebración que se avecinaba. El coro del Biotz Alai volvió a ponerme la carne de gallina.
¿Cuándo acabarán las obras? |
Al baile del aurresku no pude quedarme y lo lamenté, pero el tiempo apremiaba y tuve que salir corriendo.
Es una pena que las obras que circundan el templo se alarguen de esta manera. Si quieres evitar escaleras es preciso dar un gran rodeo.
Me desvié un poco para asomarme a lo que fue el local de María la patatera, un personaje muy querido de mi infancia. Comprabas churros o patatas chips recién fritos y te daba de regalo un paquetillo de lo que le hubiera quedado, alegrando la mañana dominguera del afortunado cliente.
Hacia Trinitarios y "María la patatera" |
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