Un día lluvioso como pocos, cosa que se agradece dada la "pertinaz sequía" -que así se dice- que veníamos sufriendo.
Pero al acabar salimos del templo y nos topamos con este sol estupendo y un grupo de turistas recibiendo entusiasmados los comentarios de la guía turística acerca de las figuras de la Puerta Speciosa -que así se llama, también-.
Una imagen fugaz del pantano pues esa es la gracia de mis escapadas: el tener que regresar "a escape" al punto de partida. Por eso no pude quedarme al concierto polifónico de la Coral Liguria por completo. Lástima, estábamos disfrutando.
Yesa desde la zona próxima a la hospedería |
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