El ibón del Acherito, sin nieve ¡estamos en junio! |
Subido ya el desnivel de unos 700 metros, la excursión se transformó en un agradable paseo hasta el lago con aguas heladas. Estupendas para los pies cansados. Eso sí, ni imaginar el estar allí en solitario. Por si el esfuerzo nos hubiera parecido algo reseñable, nada para la humildad como saludar a tanta familia con niños pequeños que trotaban como si nada de vuelta ya hacia el punto de partida.
Fue una experiencia magnífica que culminó con una breve visita a Jaca y, de allí, regreso a Navarra.
Panorámica de los alrededores |
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