También me recuerda -mucho más, claro- al lugar donde estudié, años ha, mi último año escolar antes de marchar hacia la universidad.
Y, ¡cómo no!, tantos momentos de mi infancia, acontecimientos, amigos, parientes...
Y, ¡cómo no!, tantos momentos de mi infancia, acontecimientos, amigos, parientes...
Allá en lontananza me hicieron distinguir al espectacular perrillo del Guggen -Puppy- tan lleno de flores de colores como siempre. Y, como casi siempre, tengo que añadir que esta vez las fotos tampoco hacen justicia a la belleza del lugar. Pero al menos se intuye ese instante mágico del recuerdo que comparto con ustedes.
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