Más de Biarritz

Esta imagen la saqué  a cierta distancia, mientras volvíamos a todo correr al lugar en donde habíamos aparcado, pues sólo estaba permitida una parada corta, pero no estacionar. Tuvimos suerte, habida cuenta de las tres horas que invertimos en disfrutar del paseo y la ciudad.  

Rinconcillo del puerto



Nuestra improvisada zona de "comedor"

Vimos hasta un tren chú-chú de color blanco, que aceleró al ver que intentábamos subir al último vagón...

Releo la entrada y parece que fuéramos un grupo vandálico, pero nada más ajeno a la realidad. En serio.

Tiene su gracia -de eso no tengo foto- el sistema de pago en la auto-route para monedas en efectivo: tiene que ser el importe exacto y has de acertar al echarlas en una especie de cesta grande de metal.

No debe de ser difícil, pero a una de mis amigas se le cayeron las monedas por debajo del coche. Logró formar una bonita caravana de gente con prisa.

En fin, ya se ve que para salir al extranjero hay que prepararse mentalmente, acoplarse a sus horas de comer y entrenar al baloncesto con monedas :)