miércoles, 15 de junio de 2011

En Echo


Dónde están las llaves, matarile rile rón.

No sé por qué, pero estaba yo intentando captar la textura de este portón de una de las casas de Echo,  y pasó por delante una pareja de turistas sin disimular las risas. La cámara que les colgaba del cuello era de aquellas cuyo objetivo impresiona. 

Claro, es que yo para sacar primeros planos necesito acercarme un poquillo... Con una cerradura no pasa nada. Pero delante de vacas o precipicios... eso ya son palabras mayores.                               

Es curioso: el pueblo se llama "Echo" pero está en el valle de "Hecho". De hecho :) no he llegado a saber si era o no una errata de las señales de tráfico. Tampoco importa demasiado, ¿verdad?.

Las casas tienen ese modelo curioso de chimenea, típico de la zona.  

La verdad es que, para haber parado tan sólo diez minutos -lo justo para comprar pan, preguntar por la oficina de turismo, rayar el coche con un bache que pasaba desapercibido-, tiene algo de mérito. Vale, a la cerradura le saqué unas cinco fotos, no más. Pero es que la puerta tenía también un agujero para el gato... Me encantó.
¡Cómo se nota que soy de piso!


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